En estos tiempos tan tórridos que corren, no podemos dejar de añorar aquellas sombras de nuestros pinos junto al mar.
Los venidos de fuera, saben de ellos y les han inspirado multitud de imágenes, cuadros, momentos inolvidables al fin.
¿Quienes somos nosotros para no prestarles la atención que merecen?
3 comentarios:
Preciosa postal, Nacho. Y aunque el paisaje es soberbio también influye la mano del artista..
Según la antigua mitología Griega, el Jardín de las Hespérides (el Paraíso Terrenal helénico) se encontraba en las Islas Baleares. Creo que fue una sabia enmarcación.
Realmente vivís en el más bello paraíso que se pueda imaginar.
Gracias por compartirlo a través de tus fotografías.
Un abrazo, amigo.
Estos paisajes tan hermosos me recuerdan mis estancias veraniegas en las costas mediterráneas en las que abundan los pinos, como también los escarabajos voladores... puaj... cada tarde, a partir de las 7 h, no podíamos dar vueltas en bicicleta porque se nos metían por todas partes... Cuando lo recuerdo, no sé cómo lo aguantaba. Bueno, tenía 9 años y menos manías que ahora, supongo.
Un saludo, Nachete.
;O)
Menos mal, que por aquí no tenemos de esos escarabajos... que yo sepa.
Lo que sí que me molesta es que cuando voy en moto, "sin que nos oigan los de tráfico" a toda pastilla, es que las dichosas abejas se metan por dentro de la camisa y del casco. Ya podrían mirar antes de cruzar, je, je.
Margalida dice que la culpa es mia y defiende la libre circulación de las abejas.
Al final, tendré que darle la razón "como siempre", ya que eran antes las abejas que esos locos motoristas.
Ferrán, gracias por tus halagos sobre las fotos, viniendo de un profesional, es de agradecer.
Saludos a los dos.
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