Visitando localidades de mi querida "roca", sigo encontrando pedazos de historia, esta vez, no muy antigua.
Como todos imaginais, antes del gran bum turístico, los restaurantes ... si así se les podía llamar, no es que pudiesen tener una oferta grande en pescados y mariscos. Las cámaras frigoríficas y modernos acuarios para que los turistas puedan elegir que langosta zamparse, brillaban por su ausencia.
Pero siempre ha habido algún que otro "iluminado" que supo sacar provecho y realizar lo más cerca posible del bar "pudiente de turno" alguna construcción que permitiese disponer de las especies que más pedía la gente.
Como dicen, para muestra un botón, aquí os incluyo dos fotografías de dichas construcciones... os imaginais a los distinguidos turistas de turno, de tiros largos, paseando por el caminito de marras.... yo quiero esa langosta, no,no,no aquella otra que es más grande y el pinche de cocina intentando pescar al susodicho... todo un espectáculo, je,je.
Dedicado a los mininos de Felicitas...
4 comentarios:
Oh, muchísimas gracias, Nacho, pero me temo que la langostas me las he zampado yo. Como comprenderás no se hizo la langosta para la boca del gato...ejem...El... atún en escabeche ya les sirve.
Hoy dormiré bien.
Petons.
;O)
Ahora que me fijo bien en las fotos, Felicitas, siento que estuviesen tan delgadas las langostas, je,je.
Incluso veo que en una, se han dejado la puerta abierta... ya hace años.
Saludos
Alguna vez he estado en los criaderos de langostas y son muy claustrofóbicos.
Un abrazo.
Ferrán, siempre que las "cárceles" son de mínimo espacio, tiene que ser una sensación claustrofóbica, y si encima supiesen que están en una especie de "corredor de la muerte", ni pensarlo.
En este caso, creo que habría distintos apartados, según lo que tuviese mayor salida en el restaurante.
Lo bueno que tienen estos es la entrada de agua directa de mar y bastante luz. Nada que ver con estos acuarios que están de moda actualmente en los establecimientos del ramo.
Saludos
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